Un día más, un día menos [Libre]

Estaba hastiada, cansada, aquella noche había sido muy activa, a veces me aburría de esa vida y la odiaba, odiaba con todo mi ser en lo que me había convertido pero no podía dejarlo, aquel era el único trabajo que dejaba lo suficiente para seguir costeando mis estudios universitarios, en cuanto lograra graduarme lo dejaría, solo sería mi pasado, nada más eso.

Con zapatos de tacón y escasas prendas cubriendo mi esbelta y buen formada figura me paseaba por el bar, sonríe y muéstrate amable, era lo que debía de recordar siempre, ya que si cooperaba las ganancias aumentaban, me recargue en la barra del local con gesto cansado calzándome mejor la zapatilla, un tirante de mi blusa de deslizo por mi hombro y lo subí con sensualidad, iba a ser una noche larga, lo presentía.

La vida que yo llevaba podía ser criticada con severidad por la sociedad pero yo conocía la historia detrás de todas esas mujeres, la vivía en carne propia, suspire cansinamente acomodándome el cabello, sacando de mi bolso lápiz labial y un espejito.
Eche un rápido vistazo al local en busca de algún prospecto de cliente. Respire mordiéndome el labio inferior mientras escaneaba con los ojos cada una de las mesas.

Senti el aliento de un hombre sobre mi cuello, un día mas..., me gire con una sonrisa ladeada, el hombre era apuesto, menos mal, sonrei seductoramente pasando ambos brazos alrededor de su cuello, me mordi el labio inferior llevando mi rostro más cerca de el.

-Para tí.....-Le dedique una mirada incitante, recorriendo sus hombros con mis manos.-Creo que...quinientos.-Murmure depositando un suave beso sobre sus labios.-Ven....-Sonreí tomando su mano y empezando a caminar por el local hasta mi habitación.

Tomó mi mano y recorrí con mi mirada las curvas de su bien formado cuerpo, no pude evitar preguntarme acerca del sabor de su sangre, bueno no hay por que adelantarse, después de todo saldré de mis dudas después de probar su cuerpo. Antes de llegar a mi futuro cuarto de juegos, me detuve abruptamente, la tome de la cintura y casi rozando sus delicados labios –Me gusta jugar primero con mis presas- dije para luego darle un sensual pero corto beso y seguidamente separarme para llevarla al bar y pedir dos tragos.